Benzodiacepinas: consumo actual y riesgos | Centro de Adicciones Julia Payá en Valencia

Las benzodiacepinas son uno de los medicamentos más recetados en todo el mundo para tratar problemas de ansiedad, insomnio o estrés. Aunque su uso médico puede estar justificado, en los últimos años se ha observado un preocupante aumento en su consumo, tanto en España como a nivel internacional. Esta tendencia ha despertado la alarma de profesionales de la salud, ya que un consumo prolongado o inadecuado puede generar dependencia y llevar a la aparición de adicciones.

En el Centro de Adicciones Julia Payá en Valencia, acompañamos a muchas personas que han desarrollado una relación problemática con las benzodiacepinas y desean recuperar el control de sus vidas. En este artículo exploramos qué son estas sustancias, por qué su consumo ha aumentado en la actualidad y cuáles son los riesgos asociados a su uso continuado.

¿Qué son las benzodiacepinas?

Las benzodiacepinas son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central. Su función principal es reducir la actividad cerebral, produciendo efectos como la relajación muscular, la disminución de la ansiedad y la inducción del sueño.

Algunos de los fármacos más conocidos de este grupo son:
• Diazepam (Valium®)
• Alprazolam (Trankimazin®)
• Lorazepam (Orfidal®)
• Clonazepam (Rivotril®)
• Bromazepam (Lexatin®)

Se suelen prescribir para tratar trastornos de ansiedad, insomnio, ataques de pánico, convulsiones e incluso para relajar antes de procedimientos médicos.

El problema surge cuando su consumo se prolonga más allá de lo recomendado, se aumenta la dosis sin control médico o se combinan con otras sustancias como alcohol u opiáceos.

La tendencia actual en el consumo de benzodiacepinas

Hoy en día, las benzodiacepinas se han convertido en una de las drogas más consumidas de forma legal. Según datos recientes, España se encuentra entre los países europeos con mayor uso de estos medicamentos, especialmente en mujeres y en personas mayores de 45 años.

Algunos de los factores que explican esta tendencia son:
• Estrés y ansiedad en aumento: La sociedad actual, marcada por el ritmo acelerado, la incertidumbre laboral y las presiones personales, ha disparado los problemas de ansiedad e insomnio.
• Acceso fácil mediante recetas: En muchos casos, la prescripción médica se convierte en la puerta de entrada a un consumo prolongado.
• Normalización cultural: Al tratarse de medicamentos legales, existe una percepción de que “no pasa nada” al tomarlos, lo que reduce la conciencia del riesgo.
• Automedicación: Muchas personas prolongan el uso por su cuenta, sin control médico, o consumen benzodiacepinas que les facilita alguien cercano.

El resultado es un aumento de la dependencia, con un número creciente de pacientes que buscan ayuda para dejar estas sustancias.

Efectos y riesgos del consumo de benzodiacepinas

El consumo puntual y bajo control médico puede resultar útil, pero un uso continuado puede acarrear consecuencias graves.

Efectos a corto plazo:
• Relajación intensa.
• Somnolencia.
• Sensación de calma y bienestar.
• Reducción de la ansiedad.

Riesgos a largo plazo:
• Tolerancia: con el tiempo, la misma dosis deja de ser efectiva, lo que lleva a aumentar la cantidad consumida.
• Dependencia física y psicológica: la persona siente que no puede dormir ni estar tranquila sin la medicación.
• Pérdida de memoria y dificultades cognitivas: especialmente en tratamientos prolongados.
• Problemas de coordinación: aumentando el riesgo de caídas y accidentes.
• Síndrome de abstinencia: dejar de golpe las benzodiacepinas puede provocar síntomas graves como ansiedad extrema, insomnio, temblores o incluso convulsiones.
• Riesgo de sobredosis: cuando se combina con alcohol u otros depresores del sistema nervioso central.

En el Centro de Adicciones Julia Payá en Valencia vemos cada día cómo estos riesgos afectan a la vida de los pacientes, generando problemas de salud, laborales y familiares.

¿Por qué generan tanta dependencia?

Las benzodiacepinas actúan directamente sobre los receptores GABA del cerebro, responsables de reducir la excitación neuronal. Este mecanismo provoca un alivio inmediato de la ansiedad o del insomnio, lo que refuerza su consumo.

El problema es que el cerebro se acostumbra rápidamente a esta ayuda externa, reduciendo su capacidad natural de autorregularse. Así se genera la dependencia: cada vez es más difícil relajarse o dormir sin la pastilla.

Señales de alarma en el consumo de benzodiacepinas

Detectar a tiempo un uso problemático puede marcar la diferencia. Algunas señales de que el consumo se está convirtiendo en una adicción son:
• Necesidad de aumentar la dosis para sentir el mismo efecto.
• Sensación de ansiedad o malestar si no se toma la pastilla.
• Dificultad para dormir sin medicación.
• Consumo fuera de lo indicado por el médico.
• Ocultar el consumo o pedir recetas a diferentes profesionales.
• Mezclar benzodiacepinas con alcohol u otras drogas.

Si alguna de estas situaciones ocurre, es importante tomar conciencia de que puede haber un problema de dependencia.

Cómo dejar atrás la adicción a las benzodiacepinas

Salir de la adicción a las benzodiacepinas es posible, pero requiere un proceso estructurado y cuidadoso. Dejar de golpe estas sustancias puede ser peligroso, por lo que se recomienda siempre un abordaje gradual y acompañado de estrategias de apoyo.

Estrategias útiles para avanzar:
• Reducir el consumo de forma progresiva para minimizar el síndrome de abstinencia.
• Establecer rutinas de sueño e higiene del descanso para no depender solo del medicamento.
• Practicar técnicas de relajación como respiración profunda, ejercicio moderado o meditación.
• Sustituir la automedicación por alternativas saludables: deporte, alimentación equilibrada y actividades que reduzcan el estrés.
• Fortalecer la red de apoyo social con familiares, amigos o grupos de confianza que entiendan la importancia de este proceso.

En la Clínica Julia Payá en Valencia, hemos comprobado que cuando las personas adquieren nuevas herramientas para manejar el insomnio, la ansiedad y el estrés, pueden reducir su dependencia y recuperar el control de sus vidas.

Conclusión

El consumo de benzodiacepinas ha crecido de manera alarmante en los últimos años. Aunque son medicamentos útiles en determinados contextos, el abuso y la dependencia generan graves consecuencias físicas y emocionales.

Reconocer el problema, entender cómo funcionan y buscar alternativas saludables son pasos fundamentales para salir de la rueda de la adicción.

En el Centro de Adicciones Julia Payá en Valencia, trabajamos para acompañar a las personas que luchan contra esta dependencia, ayudándolas a construir un futuro libre de adicciones.

Más información en: https://adiccionesjuliapaya.com