Disfrutar de la Semana Santa Superando una Adicción

Las vacaciones de Semana Santa representan una pausa en el ritmo diario. Son días que invitan al descanso, al encuentro con los seres queridos, y a romper con la rutina del día a día. Pero para quienes están en proceso de superar una adicción, estas fechas pueden suponer un reto emocional. En el Centro de Adicciones Julia Payá en Valencia, entendemos que cada etapa de la recuperación requiere atención, y que las festividades no tienen por qué vivirse con miedo o incertidumbre. Al contrario, pueden ser una gran oportunidad para consolidar el cambio.


Semana Santa y recuperación: dos caminos compatibles

 

Durante muchos años, las vacaciones pueden haber estado asociadas a hábitos poco saludables o incluso al consumo. Por eso, los primeros periodos vacacionales en abstinencia requieren una mirada nueva: es momento de descubrir otras formas de disfrutar, de ocupar el tiempo con actividades que sumen, y de construir recuerdos desde la calma y la autenticidad.

Superar una adicción no significa renunciar al disfrute, sino aprender a experimentarlo de forma más consciente y plena.

 
 

Planificación: la herramienta clave

 

 
Planificar con antelación es una de las mejores estrategias para mantenerse fuerte durante los días festivos. Tener claras las actividades que se desean realizar, evitar improvisaciones y prever posibles situaciones de riesgo ayuda a reducir el estrés y a mantener el enfoque.
 
Algunas ideas para planificar tu Semana Santa sin recaídas:
•Diseña un horario que combine descanso y actividades activas.
•Busca opciones de ocio saludable: rutas a pie, ciclismo, lectura, cine, cocina, o aprender algo nuevo.
•Evita lugares, planes o personas que te conecten con etapas anteriores o con el consumo.
•Ten a mano alternativas cuando surjan momentos de aburrimiento o ansiedad.
 
Cada elección consciente es un paso firme en tu recuperación.
 

Construyendo nuevas formas de disfrutar

 

Una de las claves para mantenerse en el camino de la recuperación es encontrar nuevas maneras de disfrutar y relajarse. Durante las vacaciones, puedes experimentar con actividades que nunca habías probado o retomar aquellas que te gustaban antes de que la adicción ocupara ese espacio en tu vida.
 
Ideas para crear nuevas experiencias:
•Realiza actividades al aire libre: caminar, hacer senderismo o visitar parajes naturales cercanos.
•Haz pequeñas excursiones o salidas de un día que no impliquen situaciones de riesgo.
•Dedica tiempo a hobbies olvidados o nuevos intereses: dibujo, fotografía, música, escritura, cocina.
•Establece momentos de desconexión digital para reconectar contigo mismo y con lo que te rodea.
•Rodéate de personas que entiendan tu proceso y compartan tus ganas de crecer.
 
Lo importante no es cuántas cosas hagas, sino que lo que elijas te aporte calma, satisfacción y una sensación real de bienestar.
 

Aprender a decir “no” con tranquilidad

 

Durante estas fechas pueden surgir planes o invitaciones que no se ajusten a tu momento actual. Aprender a decir “no” sin culpa es una habilidad fundamental en la recuperación. No se trata de rechazar a las personas, sino de proteger tu proceso.
•Recuerda que estás priorizando tu salud.
•No necesitas justificarte más de lo necesario.
•Cada “no” que dices a lo que te hace daño, es un “sí” que te dices a ti mismo.
 
Establecer límites claros es una señal de fortaleza, no de debilidad.
 

Alimentación, descanso y bienestar físico

 

La recuperación también pasa por el cuerpo. En Semana Santa, cuidar lo que comes, mantener una rutina de sueño regular y moverte con frecuencia contribuirá a estabilizar tus emociones y mejorar tu estado de ánimo.
•Evita excesos que alteren tu equilibrio físico y mental.
•Intenta mantener horarios similares cada día.
•Opta por alimentos que te nutran y te hagan sentir bien.
•Descansa lo suficiente: el cansancio físico muchas veces se traduce en baja tolerancia emocional.
 
Un cuerpo en equilibrio es un gran aliado de una mente fuerte.
 

¿Qué hacer si surge un momento difícil?

 
 
Incluso en vacaciones, es posible que aparezcan pensamientos incómodos, nostalgia o tentaciones. Es parte del proceso. Lo más importante es tener claro cómo actuar:
•Reconoce lo que sientes sin juzgarte.
•Recuerda por qué decidiste cambiar tu vida.
•Cambia de entorno o realiza una actividad que te saque de ese estado.
•Escribe lo que sientes, escucha música que te relaje o habla con alguien de confianza.
•Celebra tu capacidad de afrontarlo sin volver a hábitos pasados.
 
Cada dificultad superada te convierte en una persona más fuerte y consciente.
 
No se trata de hacerlo todo perfecto, sino de seguir avanzando, día a día, paso a paso. Y cuando llegan fechas como estas, darte cuenta de lo mucho que has cambiado. Porque no hay nada más valioso que tener el control sobre tu propia vida.